Madre de día

Te miro y me llenas. Tus ojos son mares de vivencias. Me enseñas, te guío.
Pedagogía del silencio, que escucha, que abraza, que atiende. Pedagogía del susurro, de los
pies descalzos, de las manos llenas.

Te admiro, te escucho. Aprendo.
Pedagogía lenta. Presencia sin prisa, amor sin condición.
Lenguajes del alma, sobran las palabras cuando el corazón habla.
Y así, agachada a tu altura crezco y es como puedo entender tu verdadero lenguaje, tu esencia.

Cuando nuestros corazones hablan y todos los mensajes se entienden.

Gracias por permitirme verte, conocerte. Gracias por enseñarme a ser niña con cuerpo grande.Gracias por brindarme tus risas, por darme la mano para atreverme a saltar al mundo de la infancia.

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