Regalos de la vida

Emprender es un camino incierto, en ocasiones. Difícil a veces. Pero precioso e ilusionante.
Empiezo andadura recordando lo logrado y agradeciendo cada paso dado. Acompañada de
tantas personas, que me han enseñado, me han acogido. No puedo estar más agradecida por
esos compañeros de trabajo, por esas familias maravillosas que han confiado.

En estos comienzos, miro atrás con gratitud y hacia delante con ilusión.
Gracias por vuestros mensajes de apoyo, por vuestros comentarios en la web. Con ellos me
nutro, con ellos avanzo.

Quiero compartir en este escrito uno de los comentarios, que por su tamaño encaja mejor en
este formato.Gracias Tere, por estar en dos momentos tan importes de mi vida profesional.

“Soy madre de 2 hijos, Cristian de 10 años y Leo de 3 y tengo la gran fortuna de haber podido
compartir parte del crecimiento de ambos con Teresa Deltell.
En el año 2016 Cristian empezó su nueva andadura educativa en el colegio Arimunani donde
nos encontramos a Teresa. Hasta ese momento toda relación que había tenido con su
profesora había sido traumáticas e incómodas. Así que la primera vez que ella me dijo que
quería hablar conmigo le pregunté ¿qué ha hecho? Ella me tocó el brazo, me miró y sonrió,
para terminar diciéndome que tenía un hijo maravilloso que en su interior tiene una flor que
poco a poco iba dejando abrir… En ese momento comprendí que Teresa lo miraba con amor,
respeto y admiración. Se asombraba cada vez que él descubría algo, me explicaba con gran
alegría que Cristian le había regalado un flor.
Mi hijo mayor nunca había estado tan contento de ir a la escuela, y jamás se había abierto con
ningún adulto fuera de la familia.

Teresa vivió el embarazo de Leo desde muy cerca y después de no haber encontrado la
escoleta que necesitamos, me alegré tanto de que ella se hiciera “mamá de día”… ¡Qué
tranquilidad! Al fin podía confiar a mi pequeño a ciegas y tranquila. Pude compartir mi
maternidad con alguien que siempre estaba a mi lado escuchándome activamente, con una
mirada respetuosa hacia Leo y un amor infinito hacia su trabajo.

Ella es puro amor, ella es un abrazo no solo con su cuerpo sino con su alma, ella es respeto a
través de una mirada, ella es agradecimiento demostrado en sus sonrisas sempiternas. Ella es
familia.”

2 comentarios en «Regalos de la vida»

  1. Maravilloso relato! Yo que la conozco, reconozco el alma pura que describes.
    Al igual que tú, yo tuve un ángel que miró a mi segundo hijo con esos ojos… y a partir de ahí todo cambió para él y para nosotros. Hoy es un muchacho de 19 años, un ser maravilloso, bueno, sano, inteligente y feliz… completo… que nos hace felices a cuantos le rodeamos.
    Qué cierto es que “la belleza está en los ojos del que mira”!… y es importantísimo mirar así a los niños…, flores por abrir, diamantes por pulir… Porque ellos no merecen otra mirada.

    Responder

Deja un comentario

14 − 4 =